Sabores del Chaco: protagonistas de un viaje tentador
Llega un nuevo fin de semana largo, una nueva oportunidad para deleitarse con recetas innovadoras y deliciosas, todo en el entorno del Río, la Chacra y el Monte Impenetrable. Mística de sabores y aromas que sólo saben de placeres.
Con un clima ideal de sol radiante, cielo despejado y árboles florecidos que pintan el paisaje, Chaco ofrece numerosas opciones para vivir el feriado largo. Más en contacto con la naturaleza, o más cerca de la ciudad, o por qué no, en una combinación de ambas, exquisitos platos y manjares regionales invitan a dejarse llevar, degustando lo mejor de la provincia. Un excelente plan puede ser en la Isla del Cerrito, junto a la dulce amabilidad litoraleña. Almorzar en las cercanías del Río nos invita a sentarnos a la mesa y probar un rico pescado frito acompañado de mandiocas recién cosechadas. Y de postre, dulce de mamón con queso, crema o solo, dependiendo del gusto de cada comensal. Así comienza la travesía culinaria por el Chaco.
La próxima parada puede ser en Pcia. Roque Sáenz Peña, a 160 kilómetros de la capital chaqueña, para visitar el Complejo Termal Municipal, tomarse una pausa y darse un baño termal para armonizar los sentidos, y así, una vez renovados, disfrutar de una cena repleta de sabores, colores y texturas. La entrada puede ser una exquisita picada selecta, para conocer el aporte de las recetas de los inmigrantes europeos que se destacan por sus embutidos. Continuar con un plato a base de cerdo y terminar con alguna torta también típica de las colectividades, hará de la comida una verdadera celebración de los sabores. Por su parte, quienes elijan permanecer en Resistencia podrán elegir qué parte de Chaco degustar, ya que la variada oferta de platos gourmet preparados con ingredientes de toda la provincia, hacen que los sabores confluyan en una carta donde no faltan la algarroba, la miel, el cerdo, el chipa guazú y la sopa paraguaya, entre otras exquisiteces.
Quienes sin embargo, opten por un destino más alejado, para conectarse con la naturaleza y la cultura de las comunidades originarias y criollas, podrán degustar exquisitos manjares que aportan magia a los paisajes del monte Impenetrable. Allí no faltarán el chivo y el zapallo, siempre antecedidos de unas ricas empanadas fritas y un postre donde la tuna se luce. Por eso, quienes lleguen a pasar el fin de semana largo en Chaco podrán llevarse gratos recuerdos, repletos de sabor y encantados de que en cada bienvenida estará la receta justa para hacerlos sentir, en cada mesa y en cada ocasión, como en la propia casa. Una excusa para volver una y otra vez.